Cuentos Indignaditos

Cuentos Indignaditos

Actividad nº 2: Cuentos Indignaditos

Érase una vez una Escuela Solidaria

Ahora que nos conoces y hemos conversado sobre la importancia de la solidaridad y sobre qué significa el voluntariado, llega el momento de ser protagonista de este cuento.

¿Qué vamos a hacer?

En la Página Web del Programa Tenerife Isla Solidaria hemos abierto un espacio para vuestra escuela. Una especie de patio virtual donde jugarán sus sueños con total libertad.

Pueden escoger la mayor de sus preocupaciones, aquella situación que les indigna como a la protagonista del cuento que escucharon. Ahora, con lo que habéis aprendido, con ayuda del profesorado, imaginen cómo solucionarían esa situación de la mejor de las maneras posibles. ¿Lo tienen?


¿Lo pueden convertir en un cuento, un cuento solidrio? ¿Sí? ¡Pues adelante!: no hay fronteras para la creatividad. Háganlo como más os guste: escrito, dibujado, narrado, interpretado, en papel o en vídeo, con su propia letra o con tipografía del ordenador, como les resulte más divertido.

Recomendaciones:

Una última cosita: les dejamos unos humildes consejos que, como las lentejas, o los tomas, o los dejas:

– Lo bueno si es breve dos veces bueno; ya sea escrito o grabado; en el arte de exponer menos es más. Cuando manejamos algo humilde con mucho cariño es más fácil hacerlo brillar.

– La representación colectiva y la composición en grupo enriquece la obra creada y disminuye esa verguencilla que nos da exponernos ante los demás. Además, juntos damos sentido a la solidaridad.

– Se puede apoyar la narración con objetos, ilustraciones y música, pero sin disfrazar la importancia de vuestros cuentos solidarios.

Cuando lo tengan bien bonito, nos lo pueden mandar a kitpedagogicosolidario@gmail.com, y el equipo de la Oficina de Voluntariado, lo subirá al repositorio para que sus familias y amigos puedan disfrutarlo, también para que otras escuelas alucinen con sus creaciones. Si se dan cuenta, entre todas y todos estamos tejiendo una tela de araña invisible de solidaridad.


Y como decía una abuela, es cierto que sólo somos un grano de arena en medio de la playa, pero sin ese granito de arena, la playa es más pequeña.

¡Esperamos tu Cuento Indignadito!