Espacios Encuentados

Espacios Encuentados

Actividad nº 2: Espacios Encuentados

Érase una vez una Escuela Encuentada…

Ahora que nos conocen y hemos conversado sobre lo importante de la solidaridad y sobre qué significa el voluntariado, llega el momento de ser protagonistas de este cuento.

Ya han escogido ese espacio de la escuela o del barrio que sueñan cambiar, ya fuese porque antes era un lugar mágico o porque en su imaginación lo será en el futuro. También escucharon la historia de Ana y cómo logró inspirar, con sus actos, a su vecindario para transformar su parque en un espacio para el disfrute y la convivencia. Y, además, os han visitado personas voluntarias que les han contado qué hacen ellos en su barrio. Con todo eso en la coctelera, elaboraremos un cuento solidario muy sabroso. En la Página Web de la Oficina del Voluntariado, hemos abierto un espacio para su escuela. Una especie de patio virtual donde jugarán sus sueños con total libertad.

¿Qué vamos a hacer?

Imaginen cómo transformarían ese espacio, con qué personas, qué saben hacer esas personas, qué arreglarían y que reutilizarían, de qué manera van a convertir, de forma sostenible y ecológica, el lugar donde quieren disfrutar con los demás.

¿Lo pueden convertir en un cuento, en un cuento solidario? ¿Sí? ¡Pues adelante!. No hay fronteras para la creatividad. Háganlo como más les guste. Escrito, dibujado, narrado, interpretado, en papel o en video, con su propia letra o con tipografía del ordenador, como les resulte más divertido.


Un cuento donde ustedes sean las  protagonistas y los protagonistas, en donde aparezca como planteamiento el estado descuidado, deshabitado o sin utilizar que han descrito en la actividad de diagnóstico que hemos titulado «Espacios huérfanos». En la fase de desenlace pueden narrar las ideas que les surjan, las dificultades que puedan obstaculizar su proyecto, las personas que se opongan y también las que ayudan. Y para terminar, el desenlace que podría ser el cómo quedaría su espacio y que harían las personas en él.

Recomendaciones:

Una última cosita: les dejamos unos humildes consejos que, como las lentejas, o los tomas, o los dejas:

– Lo bueno si es breve dos veces bueno; ya sea escrito o grabado; en el arte de exponer menos es más. Cuando manejamos algo humilde con mucho cariño es más fácil hacerlo brillar.

– La representación colectiva y la composición en grupo enriquece la obra creada y disminuye esa verguencilla que nos da exponernos ante los demás. Además, juntos damos sentido a la solidaridad.

– Se puede apoyar la narración con objetos, ilustraciones y música, pero sin disfrazar la importancia de vuestros cuentos solidarios.

Cuando lo tengan bien bonito, nos lo pueden mandar a kitpedagogicosolidario@gmail.com, y el equipo de la Oficina de Voluntariado, lo subirá al repositorio para que sus familias y amigos puedan disfrutarlo, también para que otras escuelas alucinen con sus creaciones. Si se dan cuenta, entre todas y todos estamos tejiendo una tela de araña invisible de solidaridad.


Y como decía una abuela, es cierto que sólo somos un grano de arena en medio de la playa, pero sin ese granito de arena, la playa es más pequeña.

Protagonistas de las Humildes Historias… esperamos sus Espacios Encuentados.